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La visualización de datos como una herramienta de acción-reflexión

RevarteColectiva · January 30, 2023 · Leave a Comment

Foto por Obed Arango, Pañuelo verde en la Tumba de Tina Modotti, Panteon civil Dolores, Ciudad de México

por Erika Cortés

La visualización de datos es una herramienta muy útil como apoyo de investigaciones de enfoque cualitativo. 

Se abordará la evolución de la visualización de datos utilizada como recurso en dos proyectos. 

1. Objeto manifiesto. Estudio del diseño y la protesta, de pañuelos a feminismos. Proyecto de investigación de la Mtra. Lucy Atri. 

‘Radar del sentido’ permitió materializar las reflexiones y comentarios comentados en la entrevista semi-estructurada de los Focus Groups. Particularmente en este caso, la herramienta de visualización permitió consolidar el Focus Group de manera remota, dando el espacio para interacciones entre las participantes. En cierta medida, los ‘Radares del Sentido’ son una mirada concreta, honesta y consensuada del significado de los Pañuelos. En ellos, podemos ver los elementos que los componen y cómo (a partir de su proximidad) se relacionan y articulan entre sí. Podríamos decir que los Radares del Sentido promueven el reconocimiento de los saberes de las participantes durante las entrevistas. 

El objetivo de la herramienta fue desjerarquizar el diálogo entre participantes y facilitadoras/investigadoras, además de reducir el sesgo durante la interpretación de datos, dado que el mapeo fue generado por las mismas participantes e identificar los puntos de intersección entre movimientos sociales. 

En esta propuesta se hace evidente el uso de la visualización particularmente en dos momentos: como herramienta de indagación y como herramienta para análisis. 

2. ¿Has visualizado tus sentires? Visualización análoga de datos. 

En el marco de la conmemoración del 25N Día Internacional de la no violencia contra las mujeres y a partir de la iniciativa denominada 16 días de ARTIVISMOS. 

Erika Cortés y Miriam Martínez, docentes de la Escuela de Diseño proponen la pieza ¿has visualizado tus sentires? que consiste en un ejercicio de participación de las mujeres de la comunidad del EDINBAL, entendiendo la participación desde la propuesta de Henry Sanoff que enfatiza que lo importante para los actores involucrados es sentirse escuchados. 

Se propuso un ejercicio de visualización análoga de datos para el abordaje de una problemática compleja que aqueja a una comunidad conformada por estudiantes de niveles de licenciatura y maestría, personal docente y administrativo.

Tres fueron los ejes para la creación de la propuesta: 

a. visibilizar la complejidad de las violencias, bajo la mirada de la interseccionalidad b. la deconstrucción de una problemática compleja 

c. su abordaje desde las pequeñas acciones

Erika Cortés

Erika Cortés es profesora de la UNAM Universidad Nacional Autónoma de México,  en el Posgrado Diseño Industrial, con interés en  la multimodalidad arquitectónica, el lenguaje inclusivo y la ética en el diseño.

    De barro, democracia y comunidad

    RevarteColectiva · January 30, 2023 · Leave a Comment

    (For English scroll down)

    por Aura R. Cruz Aburto

    (La llegada y la expectativa)

    Llegamos a un lugar de tierras de colores. El ITT, Instituto Tonantzin Tlalli nos recibió: un conjunto de personas urbanas que iríamos a aprender, en primera instancia, de los saberes constructivos tradicionales de la zona… construir con tierra. Pero aprenderíamos eso en una dimensión mucho mayor de la que pensábamos.

    Es posible que algunes llegasen con la expectativa de “ayudar”, para descubrir después que no es asistencia sino transformación mutua lo que a todes nos ocurriría. No sólo serían las estrellas y la luna brillante en el cielo, el aire limpio que curaba las gripas persistentes, lo que nos abriría a otro mundo, sino el descubrimiento de que otra vida es posible de ida y vuelta. 

    (El contacto con las tierras de colores)

    Comenzamos a tocar, modelar y sentir el barro. Una compañera apasionada de la tierra nos abrió a un mundo maravilloso y supimos entonces que, debido a las estructuras y a las facilidades producto de la dominación moderna, los colectivos locales estaban olvidando sus saberes constructivos. Nosotros, por otro lado, solíamos pensar en gris acero y concreto, quizás en tierra recocida a veces que asignaríamos como etiqueta material en un plano.

    El tacto con la tierra nos afectó, nos hizo olvidar los teléfonos celulares y, bajo un frondoso árbol, nos volcó en una conversación acompasada con un pulido interminable de esferas de tierra que terminarían por parecer astros lejanos en pequeñísima escala. Así nacerían nuevos deseos de compartir el camino, de hacer cosas juntos: de amistad.

    [El contacto con las historias y los sueños]

    Ya habíamos iniciado una amistad entre nosotres, los animales de ciudad, y las tierras multicolor cuando, un día después conocimos a las mujeres de las cercanías. A través de un juego diseñado por diversos equipos de estudiantes, les habitantes recrearon su forma de vivir, de existir en y con el territorio. 

    El juego, como quienes hablan de democracia deberían saber, es una actividad primordial en tanto permite y abre a, al menos, dos cosas: el conocimiento de la alteridad (les otres), como a la liberación de la imaginación radical, esa que permite soñar la vida que deseamos postulando, en primera instancia, las existencias que cada cual reconoce que le acompañan: ¿Cómo explicar la casa sin la gallina o la enredadera de maracuyá que, además de regalar su fruto, brinda una fresca sombra bajo la cual degustamos unos deliciosos elotes asados?

    Los sueños se comenzaron a hilar con la escucha y el azoro: una de aquellas mujeres había construido un baño seco con adobe hecho por ella misma, porque no es lo mismo trabajar un block de concreto que moldear la propia tierra que nos sostiene cuando caminamos y que alberga las semillas de lo que será nuestro alimento. 

    Los sueños se continuaron hilando cuando nos invitaron unas deliciosas memelas esas mujeres dueñas de la técnica más exquisita de su saber culinario. Soñamos juntes y una amistad dio comienzo. Ojalá que en día de muertos podamos visitar a nuestras amigas: esas mujeres sabias y, al mismo tiempo, ávidas de aprender.

    (Una comunidad inconfesable: construir juntos, diálogo, democracia y tejido de afectos)

    Al regreso de comunidad, en el ITT nos dispusimos a construir una pequeña casita que será habitación para más personas que acudan a seguir trabajando y aprendiendo en comunidad. Unas semanas antes, otres estudiantes habían trabajado en un ligero muro de bajareque (una de las técnicas de construcción con tierra) que ese día sería coronado junto con otro muro de tapial con una techumbre de carrizo. En ese esfuerzo colectivo volveríamos a encontrar la revelación del encuentro afectivo que produce construir juntes: la técnica no es tan sólo un medio operativo guiado por ideas que le son heterogéneas porque cuando los pies de varios danzan sobre el barro para poder alzar un muro de bajareque o cuando varios ciernen la tierra de los mismos cerros que les rodean, hay encuentros colectivos que reúnen en medio de la acción; se construye en comunidad entre humanos, pero también en comunidad con el medio que se rehace a través de su propia materialidad: la tierra. El mundo se renueva, pero sin perder su equilibrio, se mantiene la alianza que garantiza la vida en movimiento. 

    [Epílogo: ¿Puede la técnica ser un motor político para la democracia?]

    Hace varios meses ya hemos vuelto de esa tierra que entonces estaba verde y húmeda. Nosotros nos hemos mantenido también irrigados de vida y esperando volver. Hemos visto el potencial que emerge del hacer mundo conjunto y de la necesidad de poner los cuerpos sensibles en una danza conjunta que edifica no sólo muros sino comunidades. 

    No es que se trate de echar abajo la modernidad y la industrialización que le acompaña, pero quizá sí debamos poner en cuestión la distancia que existe en nuestra relación con la técnica. Quizá sea esta distancia la que entorpece los encuentros y la creatividad social porque también está en ella el poder de articulación y de apropiación del mundo al que aspiramos.

    Hay quien dice que la técnica no es, ni puede ser política. Sin embargo, si la técnica es en primera instancia el truco que le jugamos a las reglas de la naturaleza a partir de ellas mismas, no se trata de un mero aprovechamiento de sus posibilidades en aras de una operación instrumental: es también, en sí misma, una declaración y una reinvención ontológica. Asimismo, puede ser una declaración del mundo al que queremos dar lugar: ese mundo en común que forjamos juntos.

    La técnica, lejos de ser un ejercicio calculado y supuestamente neutral que sólo ciertos expertos pueden llevar a cabo, supone y despliega en su desarrollo mismo una serie de decisiones del mundo que se desea. A la técnica no sólo le precede una imaginación pretécnica como habrá dicho el filósofo español Ortega y Gasset, es decir, no sólo se trata de prefigurar algo que queremos y luego elegir el cómo para llevarlo a cabo. La técnica, bien conocida, desarrolla y acompasa la emergencia de mundos nuevos en su despliegue mismo: quien experimenta, detona nuevas derivas a la imaginación porque descubre las promesas en el seno de la operación técnica misma.

    Asimismo, la técnica es nuestro proceder para refundar existencias pues cuando instrumentamos sus fuerzas a nuestro favor, en realidad ajustamos al mundo mismo, le reinventamos en menor o mayor medida a partir de un proceder antropogénico. A su vez, este universo refundado, rehecho, nos rehace pues, tal como habrá dicho Merleau-Ponty: “estamos hechos de la misma tela del mundo”. El ser humano reinventa y reorigina al tiempo que se reinventa y se reorigina a sí mismo.

    ENGLISH

    Of Mud, Democracy and Community

    By Aura. R. Cruz Aburto

    We arrive at a place of colored lands. The ITT, Instituto Tonantzin Tlalli received us: a group of urban people who would go to learn, in the first instance, the traditional constructive knowledge of the area… build with earth. But we would learn that in a much larger dimension than we thought.

    It is possible that some arrived with the expectation of “helping”, to discover later that it is not assistance but mutual transformation that would happen to all of us. It would not only be the stars and the bright moon in the sky, the clean air that cured the persistent flu, which would open us to another world, but the discovery that another life is possible back and forth.

    (Contact with colored lands)

    We began to touch, model, and feel the clay. A compañera passionate about the land opened us to a wonderful world and we knew then that, due to the structures and facilities produced by modern domination, the local groups were forgetting their constructive knowledge. We, on the other hand, used to think of steel gray and concrete, perhaps annealed earth at times that we would assign as a material label on a blueprint.

    Contact with the earth affected us, made us forget cell phones and, under a leafy tree, turned us into a rhythmic conversation with an endless polishing of earth spheres that would end up looking like distant stars on a very small scale. Thus, new desires to share the path, to do things together: friendship would be born.

    [Contact with stories and dreams]

    We had already started a friendship between us, the city animals, and the multicolored lands when, a day later, we met the nearby women. Through a game designed by various student teams, the inhabitants recreated their way of living, of existing in and with the territory.

    The game, as those who speak of democracy should know, is a fundamental activity insofar as it allows and opens up to at least two things: the knowledge of alterity (les otres), as well as the liberation of the radical imagination, that which allows dreaming of the life we ​​want by postulating, in the first instance, the existences that each one recognizes that accompany them: How to explain the house without the chicken or the passion fruit vine that, in addition to giving away its fruit, provides a cool shade under which we can taste some delicious roasted corn?

    The dreams began to spin with listening and amazement: one of those women had built a dry toilet with adobe made by herself, because it is not the same to work a concrete block than to shape the very earth that supports us when we walk and that houses the seeds of what will be our food.

    The dreams continued spinning when we were invited to some delicious memelas by those women owners of the most exquisite technique of their culinary knowledge. We dreamed together and a friendship began. I hope that on the day of the dead we can visit our friends: those wise women and, at the same time, eager to learn.

    (An unspeakable community: building together, dialogue, democracy and fabric of affections)

    Upon returning to the community, at ITT we set out to build a small house that will be a room for more people who come to continue working and learning in the community. A few weeks earlier, other students had worked on a light bajareque wall (one of the earth construction techniques) that would be crowned that day along with another rammed earth wall with a reed roof. In this collective effort we would find the revelation of the affective encounter that building together produces: technique is not just an operational means guided by ideas that are heterogeneous to it, because when the feet of several dance on the mud to be able to raise a wall of bajareque or when several sift the earth from the same hills that surround them, there are collective meetings that gather in the middle of the action; it is built in community between humans, but also in community with the environment that is remade through its own materiality: the earth. The world is renewed, but without losing its balance, the alliance that guarantees life in motion is maintained.

    [Epilogue: Can technology be a political engine for democracy?]

    Several months ago we have already returned from that land that was green and humid then. We have also kept ourselves irrigated with life and waiting to return. We have seen the potential that emerges from making the world together and from the need to put sensitive bodies in a joint dance that builds not only walls but also communities.

    It is not that it is about tearing down modernity and the industrialization that accompanies it, but perhaps we should question the distance that exists in our relationship with technology. Perhaps it is this distance that hinders social encounters and creativity because it also contains the power of articulation and appropriation of the world to which we aspire.

    There are those who say that technique is not, nor can it be, political. However, if technique is in the first instance the trick that we play on the rules of nature starting from themselves, it is not a mere use of its possibilities for the sake of an instrumental operation: it is also, in itself , a declaration and an ontological reinvention. Likewise, it can be a statement of the world we want to give rise to: that common world that we forge together.

    The technique, far from being a calculated and supposedly neutral exercise that only certain experts can carry out, assumes and unfolds in its very development a series of decisions about the world that is desired. Technique is not only preceded by a pre-technical imagination, as the Spanish philosopher Ortega y Gasset will have said, that is, it is not only a question of prefiguring something that we want and then choosing how to carry it out. The well-known technique develops and paces the emergence of new worlds in its very unfolding: whoever experiments triggers new drifts in the imagination because they discover the promises within the technical operation itself.

    Likewise, technique is our procedure to re-found existences because when we instrument its forces in our favor, we adjust to the world itself, we reinvent it to a lesser or greater extent from an anthropogenic procedure. In turn, this refounded, remade universe remakes us, then, as Merleau-Ponty will have said: “we are made of the same fabric as the world”. The human being reinvents and re-creates at the same time that it reinvents and re-creates itself.

    Aura R. Cruz Aburto

    Aura es filósofa mexicana, latinoamericana orgullosa, es también artista espacial, textil y visual que busca dar de cuando en cuando con “la frágil unidad poética”. Profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Tec de Monterrey e investigadora independiente.

      La información es el poder: La inclusión del idioma es un requisito previo de la democracia

      RevarteColectiva · January 30, 2023 · Leave a Comment

      Foto por Obed Arango

      por Emma Hertz

      “No hay paz sin justicia. No hay Justicia sin equidad. No hay equidad sin desarrollo. No hay desarrollo sin democracia. No hay democracia sin respeto a la Identidad y dignidad de las culturas y los pueblos.” Rigoberta Menchu Tum

      En los últimos diez años, la población latina del suburbio de Filadelfia del condado de Montgomery, Pennsylvania, ha aumentado por más de cincuenta por ciento, con la mayoría de esto crecimiento en los 5.6 kilómetros cuadrados del pueblo de Norristown. Pasando por el barrio, calle por calle del medio oeste del pueblo está ocupada por panaderías ofreciendo conchas y pan dulce, escaparates de los vestidos para las quinceañeras y bodas, y volantes para las clases de Zumba o programas de inglés. El zumbido por estas calles es una mezcla del español e inglés, los gritos amistosos oídos sobre el estruendo del tráfico y la línea del tren que se intercepta con el pueblo.

      Unas calles por la este, sin embargo, y nunca lo sabría que la población de estudiantes en el distrito escolar de Norristown es más del 40 por ciento latino. Aquí en el lado este, los carteles en las tiendas están en inglés, las personas caminando por la calle son trabajadores del gobierno y abogados caucásicos, haciendo negocios en las oficinas del condado. En el centro del ambiente está el palacio de justicia de la Edad Dorada, un imponente y gigante edificio que empequeñece a las tiendas; su presencia de mármol blanco en medio del pueblo más diverso étnica y racialmente del condado, es una metáfora obvia por la relación entre el gobierno local y la población del pueblo. No hay concordancia en verdad, para ver la divergencia que hay entre las culturas de los barrios, el contraste en el idioma oído por la calle y escrito por las tiendas.

      Este contraste es un microcosmo del desafío afrontando a las comunidades cómo el condado de Montgomery en las últimas décadas, pues la inmigración de Latinoamérica ha aumentado y ha echado raíces en los barrios históricamente predominante habitado por la población blanca. Las poblaciones crecientes de residentes hispanohablantes están fortaleciendo comunidades en los suburbios, y esos condados que están históricamente blancos están luchando con- o, se puede discutir, pasando por alto- la necesidad de comunicarse con los residentes latinos que están llegando con niveles variando de fluencia en inglés y con el alfabetismo en general.

      La urgencia y la importancia de comunicaciones entre los gobiernos y los residentes durante la pandemia, solo ha aumentado la visibilidad de estos desafíos, dónde comunidades como Montgomery fueron desafiados a proveer información en una manera oportuno y completo a los residentes latinos sobre crítica medidas de la salud pública.

      Cómo los suburbios evalúan su propia capacidad para servir y escuchar a toda su población en la creación de la vida comunal, una cuestión central emerge- ¿Cómo construimos comunidades que valoran y sirven a todos los residentes, a pesar de su idioma y herencia cultural? ¿Qué contribuye la accesibilidad del idioma, y la información en general, a la práctica de la democracia? Y, mas importante como nosotros miramos al futuro- ¿Qué impacto tiene la accesibilidad del idioma al compromiso civil entre grupos históricamente excluidos de la democracia popular, en maneras que cambia nuestra práctica de la democracia a esa ideal de los “founding fathers”- a una unión más perfecta?

      En el condado de Montgomery, el punto de partido de estas preguntas es realmente tan simple: ¿que información quieren y necesitan los residentes, y como quieren recibir esa información?

      Estas preguntas se forman la base de el “Latinx Information Needs Assessment” conducido por el Listening Post Collective (LCP) en 2022, una organización sin fines de lucro que trabaja con asociados locales en más de cien países para construir medios de comunicación independientes y sostenibles y para fortalecer la capacidad de los profesionales de la media, las activistas de derechos humanos, y los emprendedores para proveer información local y de calidad. El LPC ha creado un proceso que se llama el “Information Needs Assessment” que se ha utilizado en muchas comunidades en los estados unidos, con un proceso que enfoque en cultivar la media local y el compromiso civil.

      Dentro de esto estudio, el LCP planeó una serie de entrevistas y herramientas de encuesta por los hispanohablantes del condado de Montgomery. El objetivo fue aprender que tipo de información la población latina quiere, cómo quiere recibir esa información, y cuales oportunidades existen para investir en los canales de media que podría alinearse con esas prioridades.

      El LPC publicó los resultados de su evaluación en su informe, “Montgomery County, PA: Latinx/Latino Information Ecosystem Assessment” en enero 2023 [enlace].  El informe habla a la amplitud de información que la población latina quiere- de la información sobre la salud pública y los trabajos, a más información sobre las escuelas y las guarderías, a la información sobre el alojamiento/ la seguridad pública/ los servicios gobiernos, y más. Notablemente, en cada categoría que fue incluido en las encuestas, los demandados pidieron por más información en general- destacando la escasez de información proveído por los canales corrientes.

      Señaladamente, también, es el crecimiento de las organizaciones pequeñas que proveen la brecha de información para los latinos, y el papel importante que estos grupos llevan a cabo en apoyar a los procesos democráticos. Por ejemplo, el grupo local Champions Lowriders Club es una coalición de propietarios de motocicletas, enfocando en crear un espacio para compartir la información y noticias entre los latinos en Norristown. Además, unas organizaciones sin fines de lucro que están situados en la comunidad ofrecen información sobre los servicios de educación, salud, el desarrollo de negocios, y servicios sociales.

      Estas organizaciones y grupos- incorporados formalmente como organizaciones sin fines de lucro, o funcionando como un club o grupo informal- tuvieron una postura crítica a la respuesta de salud pública del condado durante la pandemia de COVID- 19. Por ejemplo, la organización ACLAMO transmitió un “live stream” en Facebook cada día, traduciendo las sesiones de información del gobierno local, alcanzado a miles de personas latinas que de otra manera no habrían sido alcanzados. En otros ejemplos, grupos como CCATE y su círculo de salud, distribuyeron semana a semana y por casi dos años y medio, una canasta básica de comida basada en verduras, frutas, y pastas procurando una mejor salud en tiempos de pandemia; asimismo, tuvieron mes a mes clínicas de vacunación en su sitio y en la que aumentaron la tasa de vacunación de manera significativa entre los latinos, mientras que las esfuerzas del gobierno local fracasó en alcanzar a la misma población.

      La intersección del conocimiento, la confianza, y el intercambio de la información es integral a asegurar resultados democráticos equitativos. Mientras que la capacidad de los inmigrantes latinos para participar en elecciones está limitada a causa de los retos con su estado de documentación (un tema para otro día), su habilidad para ser servido por su democracia todavía está una necesidad tangible. Y, sin capacidad de participar en estos procesos y decisiones democráticos- como el gasto de fondos gobiernos, la distribución de recursos a lo largo de las comunidades, o aun los tipos de servicios y apoyos que ofrece el gobierno- estos mismos procesos continuarán a excluir, negar, y a lo peor, hacer daño a las poblaciones latinos en los Estados Unidos.

      La presencia de los grupos comunitarios es un primer paso, pero no es suficiente. El gobierno, los sistemas de educación, y los negocios no pueden depender de las organizaciones sin fines de lucro a servir como “mensajeros de confianza” a las poblaciones latinos en perpetuidad. Además, sería beneficial a estas instituciones si pudiera incorporar estrategias de comunicación que son mas inclusivas a los latinos (en adición a cualquiera población inmigrante en su comunidad) para que los ideales verdaderos podrían ser alcanzados.  

      ¿Cómo pretende un sistema de educación educar a cada hijo cuando la instrucción básica solamente está en un idioma, o si las comunicaciones con los padres solo son transmitidas en inglés? ¿Cómo dice un gobierno que sirve todos sus residentes cuando, durante una crisis de salud pública, no puede proveer seguramente la información critica en los dos o tres idiomas mas comunes en su comunidad? Estas son preguntas críticas que no hablan a los deseos de la población de inmigrantes, tanto como la incapacidad que las instituciones históricas a realizar su propia misión con un mundo cambiando.

      Como entramos a un nuevo año, hay una oportunidad para las instituciones a reflejarse en como se puede cambiar sus propias prácticas para ser inclusivas a las culturas y los idiomas distintos, y cómo estos cambios resultarán en mejoras para estas poblaciones, así como para las instituciones. Como vemos cuando caminamos por las calles del oeste de Norristown, nuestra vida comunal está más rica cuando experimentamos diversas culturas e idiomas lado a lado. Hay sincronía cuando la gente se siente oída, vista, y valorada por su herencia cultural y las experiencias, el conocimiento, y la creatividad que traen a sus circunstancias corrientes. En vez de negar estas experiencias, negar a estas personas- ¿cuánta más fuerte sería nuestra democracia si las abrazamos?


      Information is Power: Cultural and Language Inclusion is a Prerequisite for Strong Democracies

      by Emma Hertz

      “Peace cannot exist without justice, justice cannot exist without fairness, fairness cannot exist without development, development cannot exist without democracy, democracy cannot exist without respect for the identity and worth of cultures and peoples.” Rigoberta Menchú Tum

      In the last ten years, the Latinx population of the Philadelphia suburb of Montgomery County, Pennsylvania has increased by over 50%, with the majority of that increase concentrated in the 3.5 square miles of Norristown, the county seat. Walking through town, block upon block of the western half of the town is occupied by bakeries offering conchas and pan dulces, window displays of beautifully tiered dresses for quinceañeras and weddings, and flyers for Zumba classes and after school English language programs. The buzz on these streets is a mix of Spanish and English, neighborly shouts heard above the din of traffic and the intersecting train line that connects to Philadelphia.

      A few blocks east, though, and you’d never know that the student population in this town’s school district is over 30% Latinx. Here on the eastern side, the signs are all in English, the people walking the streets mostly white government workers and lawyers attending to business in the county offices. Centered among this milieu is the Gilded Age-era courthouse, an imposing behemoth of a building rising stories above the surrounding bail bond and cell phone storefronts, its ivory presence in the midst of the most racially diverse town in the county an obvious metaphor for the relationship between the local government and the increasingly racially and culturally diverse population in town. It’s jarring, really, to see such a divergence in culture a mere few blocks away, the least of which is the contrast in languages heard and written across the storefronts.

      This contrast is a microcosm of the challenge facing communities like Montgomery County in the last twenty years or so, as immigration from Latin and Central America has increased and taken root in predominantly white, upper-class neighborhoods. Growing populations of Spanish-speaking residents are building communities in suburban counties, and those historically white counties are struggling with- or, one could argue, ignoring- the need to communicate with residents from non-English speaking countries who are arriving with varying levels of English fluency and literacy in general.

      The urgency and importance of communications between governments and residents during the pandemic has only increased the visibility of these challenges, where communities like Montgomery were challenged to provide timely, comprehensive information to Spanish-speaking residents around critical public health measures.

      As suburban communities evaluate their own capacities for serving and engaging their populace in community life, a central question arises- how do we build communities that value and serve all residents, regardless of their language? What does language accessibility, and information sharing in general, contribute to the practice of democracy? And, most importantly as we look ahead- does greater investment into language accessibility impact civic engagement among historically excluded groups in ways that tangibly shift our practice of democracy into that ideal for which our founding fathers strove- that more perfect union?

      In Montgomery County, the starting point for these broader questions is actually quite simple- what information do Spanish-speaking residents want and need, and how do they want to receive that information?

      These questions formed the basis of the 2022 Information Needs Assessment conducted by the Listening Post Collective (LPC), an international nonprofit organization that works with local partners in more than 100 countries to build sustainable independent media and strengthen the capacity of media professionals, human rights activists, and information entrepreneurs to deliver quality, local information. The LPC has devised a process called the Information Needs Assessment that it has employed in numerous communities across the United States, with a process that focuses on cultivating local media and civic engagement.

      Through this study, the LPC designed a series of interview and survey tools for Spanish-speaking residents in Montgomery County. The purpose was to learn what kinds of information the population wanted more information on, how they wanted to receive/ hear about that information, and what opportunities existed for investing in media channels that would align with these priorities.

      The LPC published the results of the study in their report “Montgomery County, PA: Latinx/Latino Information Ecosystem Assessment” in January 2023 [link]. The report speaks, overall, to the breadth of information that Spanish-speaking residents desire- from public health information and jobs, to daycare/ school information, to information about housing/ public safety/ government services, and more. Notably, in every category surveyed, Spanish language respondents asked for more information to be shared- highlighting the dearth of information currently provided to them through existing channels.

      Notably, too, is the growth of grassroots organizations filling in the information gaps for Latino residents, and the important role these groups play in supporting democratic processes. For example, the local group Champions Lowriders Club is a growing coalition of bike owners and riders, intent on creating a space and platform for sharing information and news among the Latinx/Latino population in Norristown. As well, several nonprofit organizations situated in the community offer a diverse range of information about services for education, health, business development, and social services.

      These organizations and groups- either formally incorporated as nonprofits, or existing more as clubs or neighborhood groups- were central to the County’s public health response during the COVID-19 pandemic. For example, the nonprofit ACLAMO started live-streaming translated versions of the official county briefings during the pandemic to their Facebook audience, reaching thousands of residents that would otherwise have gone without information during this time. In other instances, groups like CCATE partnered with local vaccine distribution efforts to host vaccine clinics on site, increasing vaccine rates among the Latino population dramatically while countywide efforts were unsuccessful in reaching the same population.

      This intersection of knowledge, trust, and information sharing is a critical component of ensuring equitable democratic outcomes. While the ability of Latino immigrants participating in elections is limited due to challenges with immigration status (a topic for another day), their ability to be served by their democracy is still a tangible need. And, without access to participation in those processes- such as how government funds are spent, how resources are being distributed across communities, or even what kinds of services and supports are offered- those same processes will likely continue to exclude, not service, and at worst even harm Latino populations in the US.

      The presence of community groups is an important first step, but it is not enough. Government, education systems, and businesses cannot expect to rely on nonprofits or grassroots coalitions to serve as “trusted messengers” to the Latino population in perpetuity. More so, it is a greater benefit to these institutions to incorporate broader messaging and communication strategies that are inclusive and inviting to Latino populations (as well as any other immigrant populations in their jurisdictions) so that the true ideals of a democratic country can be reached.

      How can an education system purport to educate every child when basic instruction is only taught in one language, or communications to parents are only transmitted through an email in English? How can governments portend to serve their constituency when, during a public health crisis, they can’t reliably provide information in the two or three languages most commonly spoken in their community? These are critical questions that are not about the needs or desires of the populations unserved, so much as the inability of longstanding institutions to truly fulfill their own missions within a changing populace.

      As we move into a new year, this is an opportunity for institutions to reflect on how changing their own practices to be inclusive of different cultures and languages would result in better outcomes for their populations as well as for the institutions themselves. As we see when walking through the streets of western Norristown, our communal life is made even richer when we experience diverse cultures and languages side by side. There is synchrony when people feel heard, seen, and valued for their cultural heritage and the experiences, wisdom, and creativity they bring to their current circumstances. Rather than deny those experiences, deny those people- how much stronger would our democracy be if we embraced them?

      Emma Hertz

      Emma es escritora, viajera, madre, y donante trabajando en Montgomery County, PA.

        Finding your Voice

        RevarteColectiva · January 24, 2023 · Leave a Comment

        Por Pam Margolis

        If you’ve ever had the pleasure of observing or interacting with children of any age, you’ll know they are driven by a moral code. This moral code may change from moment to moment and is often egocentric and situation specific. When boundaries are crossed you will hear the inevitable outburst “that’s not fair!” Sadly, children learn too young that the world is neither fair, equitable, nor free.

        Children also know that helping others benefits both sides and that participation is an activity that can be rewarding. Yet while kids enjoy participatory events, they know the difference between voluntary and involuntary participation. Forcing kids to participate is not always a negative experience, however. Certainly, forcing your little one into the car seat when you ride in the car is different than forcing them to wear a tight, itchy, and uncomfortable outfit. Children’s lives are full of forced participation accompanied by silent threats, open harassment, and bribery. They are, perhaps rightly so, provided few opportunities to self-govern; they might choose eating sweets instead of vegetables, skip baths, and unintentionally play too rough with the cat. Experts have written extensively about children and participation. Kids know when their participation is manipulative and/or when participation is a collective decision.

        Given all that children know, why don’t we give them more opportunity to choose the particulars of their participation? After all, participation is supposedly a necessary part of democracy. Why not provide children with more opportunities to practice democracy? I don’t always get it right but my goal in developing the Finding Your Voice class was to engage kids in true deliberative and participatory activities. Great thought and research have gone into my methodology: it is infused by Freire, Black Feminism, critical race theory, and LatCrit. I value the expertise, experiences, and opinions the kids at CCATE bring to class. By providing opportunities to share their knowledge of their lived experiences we are creating a tiny equitable democracy.

        Finding Your Voice provides opportunities for the kids to tell their stories in various formats: drawing, poetry, in Spanish or English, as a storyboard, a ‘zine, acrostic poem, or even as a protest sign. During Finding Your Voice, we don’t correct their spelling and grammar, however, we will help them if they ask. These kids are critiqued and disempowered enough during the day; they don’t need more of that. I believe critique slows the creative process and is another barrier to success, another way for the students to internalize negative feelings. The class is at its best when students are talking, singing, moving from table to table sharing ideas, resources, and enjoying the creative process. In class, the kids may see Caitlin and me as maestras, but I see us as facilitators of democracy. In the hour they are with us, the world is free, equitable, and fair. We are building the world we want to see.

        Pam Margolis

        Pam Margolis is a doctoral student at West Chester University studying curriculum and instruction. She is passionate about equity in education for children from marginalized groups:  African American, Latinx, disabilities and LGBTQ. She is an expert in the curation, development, and expansion of curriculum and library resources representing children from marginalized communities. Pam has an Executive Master of Public Service from the University of Arkansas Clinton School of Public Service, a Master’s in Library and Information Science from Drexel University, a BS in English Writing and  post baccalaureate in Teacher education, as well as K-6 Elementary Education certification and K-12 Library Media Specialist. Committed to the marriage of civic engagement and education, Pam serves her community as Perkiomen Township Supervisor.

          ¿Cómo trabaja un grupo de investigación participativa de la comunidad inmigrante latinx hacia la democratización del conocimiento para la transformación social?

          RevarteColectiva · January 24, 2023 · Leave a Comment

          por Obed Arango, Guadalupe Castillo, Horacio de la Luz, Lourdes Flores, Salomé Flores, Holly Link, Diana Lugo, y Laura Sánchez

          Este ensayo nace desde una pregunta clave que invita a retar los modelos establecidos de la educación en el que el conocimiento es unidireccional, y en el que se construye muchas veces desde las academias. En este artículo compartiremos cómo hemos vivido un diálogo fecundo, democrático, y a través de los años, y en el que las reflexiones en conjunto, y la investigación comunitaria nos da una luz distinta, varias perspectivas que desde la academia no se hubieran podido vislumbrar. En las siguientes líneas, daremos respuesta a la pregunta inicial, a partir del proceso que llevamos y bajo la metáfora de labrar juntos la tierra del conocimiento desde la misma base social.

          Recientemente en CCATE empezamos una nueva colaboración con el Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinx, y la Escuela de Educación, de la Universidad de Pensilvania (Penn). Nuestra meta es desarrollar lo que se llama una asociación de práctica de investigación (API), en la cual se forma una alianza a largo plazo entre investigadores universitarios y comunitarios para dar respuestas a los retos y obstáculos que hay en el campo y práctica de la educación.

          Para formar esta alianza es necesario dar algunos pasos que permita construir puentes de comunicación entre la universidad y la comunidad. El primer paso que se decidió en conjunto es él de reunirnos mensualmente para sostener diálogos comunitarios, de esta manera podemos conocernos, apreciarnos, reconocer el conocimiento y el aporte  de todxs, y asimismo, compartir y explorar nuestros intereses en común y la agenda social de la comunidad. Hemos dialogado de manera abierta, y honesta, sobre la desigualdad en el sistema educativo y en relación con la comunidad latina. En el tercer diálogo en noviembre, nuestro círculo de investigaciones comunitarias participativas de CCATE compartió sobre el trabajo que hemos hecho juntxs desde 2015, nuestras experiencias como investigadores comunitarios y también compartimos sobre nuestro nuevo proyecto. Lo siguiente es un resumen de lo que compartimos.

          Nuestra labranza:

          Empezamos a trabajar en el 2015 cuando un grupo de familias y líderes de CCATE se juntaron para dar una presentación en el Foro de etnografía en educación de Penn – GSE). La meta fue dar la perspectiva familiar de madres, padres e hijxs méxicanxs sobre la comunicación entre familias y escuelas, sobre asuntos de estatus migratorio, un tema visto en esa época como tabú para maestrxs y administradores escolares, un tabú que sigue existiendo hoy en día, incluso para las familias en si. Después de la presentación los que participamos escribimos un artículo titulado Un trago dulce pero con sabor amargo sobre la experiencia que fue publicada en 2016 en la Revista de Educación de la diáspora, los indígenas y las minorías. En ello teorizamos cómo, a través de una colaboración crítica motivada por nuestra presentación conjunta, co-construimos contraespacios en los que, mientras cuestionamos lo que tendemos a considerar como conocimiento y experiencia en la investigación educativa, es decir hicimos cuestionamientos epistemológicos y ontológicos importantes en los que concluimos que el conocimiento se produce también desde la comunidad y no solo desde la academia, a esto le llamamos la democratización del conocimiento. Pudimos abordar no solo la dificultad de comunicarnos con los docentes sobre temas relacionados con estado de documentación, sino también de saber abordar este tema con lxs niñxs y entre ellxs. Vemos este trabajo juntxs como una labranza de la tierra en preparación para la formación de lo que actualmente es nuestro Círculo de investigaciones comunitarias participativas (CIPC). 

          La siembra: El entrenamiento y desarrollo del CIPC

          Dos mil dieciocho marca el año que esparcimos semillas para una nueva fase de nuestro trabajo en conjunto cuando empezamos a vernos cada semana. Nos entrenamos en métodos de investigaciones participativas y desarrollamos nuestra primera investigación. Este tipo de investigación se centra en las inequidades ambientales, sociales, estructurales y físicas y requiere participación activa de los miembros de la comunidad en todos los aspectos del proceso de investigación. Los resultados se utilizan para desarrollar acciones concretas para abordar estas desigualdades (Mora & Diaz, 2004). Desde entonces hemos tenido más de 180 reuniones semanales durante las cuales hemos abordado temas sobre la educación y la migración, los efectos del estatus migratorio en las experiencias escolares de estudiantes de familias de estatus mixto, y comunicación entre el hogar y la escuela sobre estos asuntos. Nuestras investigaciones acerca de estos temas están profundamente arraigadas en la noción de Paulo Freire de la educación dialógica junto con la filosofía de CCATE de que todxs tienen algo que enseñar y algo que aprender. En contraste con el modelo bancario, la educación dialógica coloca significantes y el diálogo crítico como base para la enseñanza y el aprendizaje.

          Cosechando: Los resultados del trabajo de CIPC

          Hemos experimentado y visto una rica cosecha del trabajo que hemos hecho juntxs desde el 2018. A nivel individual y colectivo los resultados han sido aprender, leer, superarnos en nuestra educación, y conocernos y querernos como grupo. Hemos experimentado el proceso de concientización de la cual habla Paulo Freire. Hemos podido trabajar y dialogar acerca de la complejidad de las realidades de nuestra comunidad y de cómo funciona la educación bancaria y cómo está funcionando en las escuelas. Otro resultado ha sido el proceso de autoayuda. Por ejemplo, ahora la comunidad tenemos más valor y confianza de hablar con las escuelas. Incluso hemos podido proveer servicios para nuestra comunidad, por ejemplo, creando una guía de preguntas para usar en las conferencias escolares. También nos hemos fortalecido en la abogacía y organización comunitaria.

          Hemos logrado varias publicaciones y muchas presentaciones que nos han traído promoción de nuestra labor y colaboración, principalmente con universidades. En el proceso se ha abierto diálogo con personas que no habíamos considerado y hemos podido entablar diálogo con colaboradores nuevos. Por ejemplo, ahora tenemos una relación con miembros de la junta directiva de Distrito Escolar de Norristown.  Incluso por este lado hemos sido invitadxs a ser parte de un comité comunitario consejero para el distrito escolar. Y por estas conexiones, el año pasado logramos ser contratadxs como consultores para los enlaces comunitarios del distrito escolar quienes proveen servicios de interpretación para familias de habla español. Durante esta experiencia que fue un trabajo de cuatro estaciones durante el año escolar, pudimos trabajar y dialogar acerca de la complejidad y la realidad de cómo funciona la educación bancaria en las escuelas de Norristown, y cómo está funcionando en las escuelas, y en nuestra propia educación incluso con personal hispano en el distrito. Esta experiencia nos mostró los efectos de la colonización mental que han experimentado muchos miembros de la comunidad migrante y latina, por ejemplo, las ideologías que llevan como el “mandato” de usar solo inglés en las escuelas. Trabajar con el distrito escolar también nos ha motivado a involucrarnos más en asuntos de las escuelas y de regresar a dar clases de español para maestrxs y miembros de la junta de concejales de la municipalidad.

          Finalmente nuestro trabajo ha motivado que en otros círculos de CCATE se haya generado investigaciones y presentaciones, por ejemplo en justicia ambiental y salud, con las Artivistas, un colectivo de arte en crecimiento que crea un espacio para que las mujeres expresen su creatividad, reflexionen sobre sus identidades y exploren problemas sociales apremiantes, y con el grupo de investigaciones participativas de jóvenes. Estos proyectos han incluido estudios, colaboraciones con otras universidades y organizaciones sobre el plomo, el rol de la mujer en la sociedad, un censo de salud para nuestra comunidad y la ejecución de clínicas de salud y vacunación.  De esta manera, nuestro trabajo tiene impacto circular que implica el compromiso y conocimiento de diversos grupos en CCATE.

          Piedras en el camino: Los retos que enfrentamos

          En el camino hemos enfrentado una variedad de retos. Por ejemplo, aunque nos reunimos cada semana por varias horas nunca tenemos tiempo suficiente para hacer todo lo que queremos hacer y lograr. Reconocemos que lo que hacemos es una gran labor para algo que aunque sí tiene resultados positivos en el momento, la transformación social que esperamos no se verá hasta años más adelante. A la vez reconocemos que cada una y uno de nosotrxs tenemos diferentes identidades, roles y posicionalidades que se relacionan con experiencias vividas y niveles de comprensión muy diferentes entre nuestros miembros sobre los temas que investigamos y los problemas sociales que enfrentamos. Mientras vemos estas diferencias como claves en poder desarrollar proyectos que ayudarán a hacer los cambios que esperamos, entendemos que fuera de nuestro grupo las etiquetas y suposiciones sobre quiénes somos y lo que podemos aportar y enseñar pueden ser dañinos, y pueden prohibir que ciertos grupos nos escuchen y nos respeten. Por ejemplo, un reto ha sido la negación de administradores y de empleados, incluso latinxs, del distrito escolar de ver a los miembros de nuestro grupo como expertos, lo cual nos indica el profundo nivel de colonización mental de personas de nuestra propia comunidad. También reconocemos que los temas que investigamos caen como un peso enorme en los miembros de nuestro grupo quienes experimentamos con las inequidades y agresiones contra migrantes, y especialmente migrantes indocumentados. Por eso nos tenemos que cuidar y movernos al ritmo que tenga sentido.

          Nuevas labranzas: Nuestro nuevo proyectoEste año hemos empezado un nuevo proyecto de investigación en el que usamos el método de foto voz, un proceso mediante el cual las personas pueden identificar, representar y mejorar su comunidad a través del uso de fotos o imágenes (Wang & Burris, 1997). Las preguntas que nos están guiando son las siguientes: ¿Cómo podemos desenterrar las raíces culturales, históricas y actuales de nuestras comunidades? y ¿De qué hemos sido despojadxs? Nuestra meta es entender mejor los efectos del colonialismo y los procesos de despojo que experimentan migrantes mexicanxs y latinoamericxs en los Estados Unidos. Actualmente, estamos haciendo un estudio piloto de foto voz entre los miembros de nuestro círculo explorando estas preguntas. Basado en lo que aprendemos, esperamos invitar a un grupo de miembros de la comunidad de CCATE – familias, jóvenes y personal del distrito escolar – que participen en una investigación formal. Usaremos estos datos para desarrollar y proponer acciones legislativas concretas para las escuelas y la municipalidad. De esta forma el círculo de investigaciones participativas de CCATE seguirá llevando su labor más allá del conocimiento, y experiencias de la comunidad inmediata, a otros grupos, instituciones y miembros de la comunidad. Lo que vislumbramos es una mayor influencia pública, una concientización y humanización, tanto en los diálogos como en las acciones que son resultado de la influencia del conocimiento que se produce desde y por la comunidad.

          Los miembros del CCATE Investigación Acción Participativa

          María Guadalupe Castillo – Inmigrante mexicana, investigadora y líder comunitaria, instructora de clases de gimnasia para niños, integrante de los círculos de Artivistas, y de salud del CCATE.
          Horacio de la Luz – Inmigrante mexicana, investigador y lider comunitario del CCATE.
          María Lourdes Flores – Inmigrante mexicana, investigadora y lider comunitaria, instructora de la clase de dibujo, integrante de los círculos de Artivistas, y de salud del CCATE.
          Salomé Flores – Inmigrante mexicana, investigadora y lider comunitaria, integrante de los círculos de Artivistas, y de salud del CCATE
          Diana Lugo – Inmigrante mexicana, investigadora y lider comunitaria, instructora de clase de justicia ambiental en CCATE,  integrante de los círculos de Artivistas, y de salud del CCATE.
          Laura Sánchez – Inmigrante mexicana, investigadora y lider comunitaria,  integrante de los círculos de Artivistas, y de salud del CCATE
          Holly Link Ph.D. – Director de Programas Educativos e Investigación del CCATE, y profesor de política social en la Escuela de Política y Práctica Social (SP2) de la Universidad de Pensilvania.
          Obed Arango – Director Ejecutivo del CCATE y profesor de política social en la Escuela de Política y Práctica Social (SP2) de la Universidad de Pensilvania.


            HOW DOES A PARTICIPATORY RESEARCH GROUP OF THE LATINX IMMIGRANT COMMUNITY WORK TOWARDS DEMOCRATIZING KNOWLEDGE FOR SOCIAL TRANSFORMATION?

            This essay stems from a key question that challenges established models of education in which knowledge is unidirectional, and in which it is often built top-down from the Academy. In what follows, we share how, through our community-based participatory research at CCATE, we have lived a fruitful, democratic dialogue through our research and work together in which we draw on non-traditional forms of knowledge-making. We use the metaphor of tilling the land of knowledge together from a shared base of love and connection. 

            Recently at CCATE we started a new collaboration with the Center for Latin American and Latinx Studies, and the Graduate School of Education, both of the University of Pennsylvania (Penn). Our goal is to develop a Research Practice Partnership (RPP), in which a long-term alliance is formed between university and community researchers to provide answers to the challenges and obstacles that exist in the field and practice of education and education research.

            To form this alliance, we have been meeting monthly to hold community dialogues among CCATE families, and Penn faculty and students, to get to know each other and recognize everyone’s knowledge and contributions, and also share and explore our common interests in education. We have spoken openly and honestly about inequities in Norristown schools and in relation to the Latinx community. In November, our CCATE participatory community research circle shared about the work we have done together since 2015, our experiences as community researchers, and our new research project. The following is a summary of what we shared.

            Tilling the Soil

            We started working together in 2015 when a group of families and CCATE leaders came together to give a presentation at the Penn Ethnography in Education Research Forum. The goal was to share family perspectives from Mexican parents and children on communication with schools about issues related immigration status, a topic seen as taboo in schools and one still exists, even for families themselves. After the presentation, those of us who participated wrote an article entitled, A sweet drink but with a bitter taste about our experience presenting at the forum. This was published in 2016 in the Journal of Diaspora, Indigenous and Minority Education. In this article we theorize how, through a critical collaboration motivated by our presentation, we co-constructed counterspaces in which we questioned what we tend to consider as knowledge and experience in educational research, exploring new epistemological (what counts as knowledge) and ontological (who are typically considered to be researchers) questions. We concluded that critical knowledge about education can be produced 

            from and in the community, which we see as crucial for the democratization of knowledge. In the article, we addressed not only the difficulty of communicating with teachers on issues related to documentation status, but also the difficulty of addressing this issue within and among immigrant families. We see this initial work together as tilling the soil in preparation for the formation of what is now our Community-based Participatory Research Circle (CIPC).

            Planting seeds: CIPC training and development

            In 2018, we began sowing seeds for a new phase of our work together, meeting weekly as a group. We trained in participatory action research (PAR) methods and developed our first research project. PAR focuses on environmental, social, structural, and physical inequities and involves active participation of community members in all aspects of the research process. The results are used to develop concrete actions to address these inequalities (Mora & Diaz, 2004). Since 2018, we have had 180+ sessions together during which we have explored issues around education and migration, the effects of immigration status on the schooling experiences of students from mixed-status families, and communication between home and school on these issues. Our research on these issues is deeply rooted in Paulo Freire’s notion of dialogic education along with CCATE’s philosophy that everyone has something to teach and something to learn. In contrast to the banking model, dialogical education critical dialogue as the basis for teaching and learning.

            The Harvest: Results of Our Work

            We have experienced and seen a rich harvest based on the work we have done together since 2018. Individually and collectively the results have been learning, reading, educating ourselves, and getting to know and love each other in our circle. We have gone through the process of conscientization of which Paulo Freire speaks. We have been able to discuss and address the complexity of the realities of our community and how the banking model of education still prevails in Norristown schools. Another result of our work has been developing deep support systems for CCATE families and avenues for them to participate more actively in schools, through, for example, parent guides to use at school conferences. Community members now have more courage and confidence to broach difficult topics with their children’s teachers and school administrators, and we have also strengthened our advocacy and organizing among our community.

            Our group has achieved several publications in English and Spanish in education journals, and we have shared our work through many presentations at universities in the US, Mexico, Sweden and Germany. Through these experiences, we have engaged in dialogue with university students, faculty, and local school teachers and administrators. For example, we have formed a partnership with several Norristown School District Board members, and through this partnership have been invited to be part of a community advisory committee for the school district. We have also worked as consultants for the school district’s community liaisons who provide interpretation services for Spanish-speaking families. Through this work were we were able to more clearly engage with and better understand the complexity and reality of how banking education works in Norristown schools, and how this filters down to daily interactions between school personnel and Spanish-speaking families, who for example, tend to be positioned through a deficit lens, even by Hispanic personnel in the school district. This experience has illustrated the effects of colonization that many members of the immigrant and Latinx community have experienced and the ideologies that they carry, such as the “mandate” to use only English in schools. Working with the school district has also motivated us to become more involved in school affairs and to return to teaching Spanish for school board members and members of the municipal board of Norristown.

            Finally, our work has motivated other CCATE circles to generate their own research projects and presentations such as the environmental justice and health circles, the Artivistas (a growing art collective that creates a space for women to express their creativity, reflect on their identities and explore pressing social issues), and the new youth participatory research group at CCATE. These projects have included research collaborations with other universities and organizations on topics such as lead poisoning, the role of women in society, a health census for our community, and the administration of numerous health and vaccination clinics. In this way, our work has a circular impact that now involves the commitment and knowledge of other groups in CCATE.

            Stones Along the Path: The Challenges We Face

            Along this path of research for social transformation, we have faced a variety of challenges. For example, even though we meet every week for several hours, we never have sufficient time for everything we want to do and achieve. And while we recognize that what we are doing does have positive results in the moment, the deeper social transformation we hope for will not be seen until years into the future. We recognize that each one of us has different identities, roles, and positionalities that are related to our individual and collective lived experiences and very different levels of understanding and wisdom among our members about the topics we investigate and the social problems we face. While we see these differences as critical to being able to develop projects that will help make the changes we hope for, we understand that outside of our group, the labels and assumptions about who we are and what we can contribute and teach can be harmful and can prohibit certain groups from listening to and respecting us. For example, many school district administrators and staff, including Latinx personnel, struggle to view our group members as experts with knowledge to share, preferring to see us through a deficit lens. We also recognize that the issues we investigate weigh heavily on the members of our group whose daily  experiences involve inequities and aggressions against migrants, and especially undocumented migrants. Because of this enormous weight, we work to take care of ourselves and each other, and move at the pace that makes sense for us.

            Tilling the Soil Again: Our New Project

            This year we have started a new research project using the photovoice method, a process by which people can identify, represent, and improve their community through the use of photos or images (Wang & Burris, 1997). The questions that are guiding us are the following: How can we unearth the cultural, historical, and current roots of our communities? And what have we been dispossessed of through the process of immigration? Our goal is to better understand the effects of colonialism and the dispossession experienced by Mexican and Latin American immigrants in the United States. We are currently conducting a pilot photovoice study among members of our circle exploring these questions. Based on what we learn, we hope to invite a group of CCATE community members – families, youth, and school district staff – to participate in a formal research project on this topic. We will use what we learn to develop and propose concrete legislative actions for schools and the municipality. In this way, CCATE’s participatory research circle will continue to take its work beyond the knowledge and experiences of the immediate community, to other groups, institutions, and community members. What we envision for the future is a base of knowledge produced from and by the community that will influence public policy and foster awareness and humanization of immigrant individuals and families.

            References

            Mora, J. & Diaz, D. R. (2004). Participatory action research: A new vision and practice in 

            Latino communities. In Latino social policy: A participatory research model, Introduction, 1-21. The Haworth Press.
            Wang C, Burris MA. Photovoice: Concept, Methodology, and Use for Participatory Needs Assessment. Health Education & Behavior. 1997;24(3):369-387. doi:10.1177/109019819702400309

            Members of CCATE Participatory Action Research

            María Guadalupe Castillo – Mexican immigrant, researcher and community leader, instructor of gymnastics classes for children, member of the circles of Artivistas and CCATE health.

            Horacio de la Luz – Mexican immigrant, CCATE researcher and community leader.

            María Lourdes Flores – Mexican immigrant, researcher and community leader, instructor of the drawing class, member of the circles of Artivistas and CCATE health.

            Salomé Flores – Mexican immigrant, researcher and community leader, member of the circles of Artivistas and CCATE health.

            Diana Lugo – Mexican immigrant, researcher and community leader, CCATE environmental justice class instructor, member of the circles of Artivistas and CCATE health.

            Laura Sánchez – Mexican immigrant, researcher and community leader, member of the circles of Artivistas and CCATE health.

            Holly Link Ph.D. – Director of Educational Programs and Research at CCATE, and lecturer of social policy, and research at the School of Social Policy and Practice (SP2) at the University of Pennsylvania.

            Obed Arango – Executive Director of CCATE and lecturer of social policy, and research at the School of Social Policy and Practice (SP2) at the University of Pennsylvania.

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