Por Obed Arango
Click here for English version
Agua que avanza
Del río schuylkill
Como avanza el tren
De la calle Elm a la ciudad de Filadelfia
Agua
Efimera
Pensamiento instantáneo
Sentir que siento y no siento,
En un parpadear el río avanzó,
El tren avanzó,
La luz avanzó,
Y yo sin mayor aviso, avancé.
En el horizonte, veo los sauces sin hojas,
Y como un ciclorama los durmientes de la vía pasan,
van quedando atrás, imposible contarlos,
En el vagón el silencio se convierte en murmullo,
Es imperceptible, suben pasos, bajan pasos,
Nuevas voces se suman al vagón destinado al silencio,.
El silencio de la mañana ha dicho adiós.
Se anuncia una nueva estación “East falls”,
El río es hielo, es nieve, es agua que se mueve,
El agua quiebra la imagen de ramas, de casas,
Y de un cielo magenta, azul, naranja, color mandarina,
Que se mezclan para formar colores sin fronteras.
La luz cambia, veo la sombras que se marcan
Sobre las rejas que limitan el paso de las vías.
“La vida es movimiento”, — diría los niños antes–
el río schuylkill es el cielo invertido en movimiento,
Al horizonte las nubes cambian su dibujo,
los edificios estáticos son mera escenografía
Al capricho de la luz.
La pintura del cielo de intensos colores con la salida del sol
se atenuan,
El rojo ya no es tan rojo, se convierte en rosado,
el morado me recuerda el vestido de Susana en el parque de Lerdo
El año es 1989, y la imagen de ella así como esa luz, se diluyen en el agua.
El naranja mandarina se ha convertido en gajos,
El sol gana la partida, se impone, me frustro
Porque se escapa de mis sentidos,
Pequeños cambios imperceptibles,
Anuncian la estación Manyunk,
Senti, sentir, sentir, es la palabra que punza en mi
Mente que no descansa.
¿Cómo se siente el cielo?
¿Como se siente la luz que viaja?
¿Como se siente el hielo que parece espejo de plata?
Hielo y nieve, nieve y hielo, ¿es el mismo frío?
Conforme la nieve cae, el silencio vence, se impone
El ruido cede
En la nieve habita el silencio y la paz.
La ansiedad que aturdía mis pensamientos,
¡La frustración de ver la vida pasar sin darme cuenta!
La estación Temple llega.
Apunto de entrar al subterraneo.
Con un cielo cambiante que se va.
La 30 street station surge con sus altas columnas.
La escultura dedicada a todos los trabajadores
Que murieron construyendo el ferrocarril,
“El ángel de la resurrección”,
Quien abraza con sus brazos y cubre con sus alas
A un trabajador que yace.
Cruzó y veo los altos techos
La luz que crea sombras de los
Cientos de pasajeros que caminan,
Cada uno en su propia dirección,
Y su arquitectura Art Deco.
Salgo de la estación, y doy
mi primer paso en la calle Market.
El cielo se ha ido, todo es luz,
las siluetas de los edificios a mi izquierda
A mi derecha Drexel University, y The University of Pennsylvania,
Mi madre y padre vienen en uno de los rayos translúcidos,
El amor de ellos acompaña mi camino.
Las nubes se posicionan sobre la ciudad,
La nieve se apila copo tras copo,
El piso se congela, cada uno de mis pasos
cobra seguridad. Pienso en la clase que daré
Este día, repaso mentalmente los conceptos.
Veo a la maestra, ella viene a lo lejos,
Levanta la mano, sonreímos,
“No tan aprisa”, – me dice– aveces me recuerda.
Un pensamiento me asalta: “la vida se va”.
“¿Vamos por un café? ”– me pregunta.
La nieve cae, el cielo cambia, caminamos,
La vida avanza…
Por un momento, por un instante en la calle 34 y walnut
me siento pleno de existir.
English Version:
The Coffee is Good
By Obed Arango
Moving water
From the Schuylkill River.
How the train moves
From Elm Street to the City of Philadelphia.
Water.
Ephemeral.
Instant thinking.
Feel that I feel and I don’t feel,
In the blink of an eye the river moved forward,
The train moved forward,
The light advanced,
And without further notice, I advanced.
On the horizon, I see the leafless willows,
And like a cyclorama the sleepers of the road pass,
They are left behind, impossible to count them,
In the carriage the silence becomes a murmur,
It is imperceptible, steps go up, steps go down,
New voices join the wagon destined for silence.
The silence of the morning has said goodbye.
A new station “East falls” is announced,
The river is ice, it is snow, it is water that moves,
The water breaks the image of branches, of houses,
And from a magenta, blue, orange, tangerine sky,
That mix to form colors without borders.
The light changes, I see the shadows that are marked
On the bars that limit the passage of the tracks.
“Life is movement,” the children would say before.
The Schuylkill River is the sky inverted in motion,
On the horizon the clouds change their pattern,
static buildings are mere scenery
At the whim of the light.
The painting of the sky in intense colors with the sunrise
they dim,
The red is no longer so red, it becomes pink,
The purple reminds me of Susana’s dress in Lerdo Park
The year is 1989, and her image, as well as that light, are diluted in the water.
The mandarin orange has turned into segments,
The sun wins the game, it prevails, I get frustrated
Because it escapes my senses,
Small imperceptible changes,
Manyunk station announced,
I felt, felt, felt, is the word that stings me
Mind that does not rest.
How does heaven feel?
What does traveling light feel like?
How does ice feel like it looks like a silver mirror?
Ice and snow, snow and ice, is it the same cold?
As the snow falls, silence wins, prevails
The noise subsides
Silence and peace live in the snow.
The anxiety that boggled my thoughts,
The frustration of seeing life pass by without realizing it!
Temple Station arrives.
About to enter the underground.
With a changing sky that goes away.
The 30 street station emerges with its tall columns.
The sculpture dedicated to all workers
Who died building the railway,
“The Angel of the Resurrection”
Who embraces with his arms and covers with his wings
To a worker who lies.
Crossed and I see the high ceilings
The light that creates shadows of the
Hundreds of passengers walking,
Each one in his own direction,
And its Art Deco architecture.
I leave the station, and give
my first step on Market Street.
The sky is gone, everything is light,
the silhouettes of the buildings to my left
To my right Drexel University, and The University of Pennsylvania,
My mother and father come in one of the translucent rays,
Their love accompanies my path.
The clouds are positioned over the city,
The snow piles up flake after flake,
The floor freezes, each of my steps
gain security. I think about the class I will teach
This day, I mentally review the concepts.
I see the teacher, she comes in the distance,
Raise your hand, we smile,
“Not so fast,” she tells me, sometimes she reminds me.
A thought assails me: “life is passing away.”
“Shall we get a coffee? “– she asks me.
The snow falls, the sky changes, we walk,
Life moves on…
For a moment, for a moment at 34th and Walnut Street
I feel full of existing.
Obed Arango Hisijara
Obed es mexicano, ciudadano de la América Latina, artista visual y antropólogo. Director de CCATE y profesor de University of Pennsylvania.
Selected Works by Obed Arango:
La Moneda (I-III)
La Moneda (IV)
La Moneda (V)
La Moneda (VI)
La Moneda (VII)
Leave a Reply