(“Vivos los llevaron, vivos los queremos”)
Texto y fotografía por Obed Arango
1-20-2023 / 12-10-2023
Click here for English version
El primero de enero del 2023 lo pasé en la Ciudad de México, algo que no sucedía desde 1999. Y aunque he podido regresar en varias ocasiones, he visto varios acontecimientos suceder a la lejanía desde el extranjero, uno de ellos fue la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre del 2014. A casi una década de aquel terrible evento que marcó la historia del México contemporáneo, y que destapa la descomposición social del sistema mexicano a varios niveles, los estudiantes y la rebeldía juvenil volvió a cimbrar al país, si bien, distinto a 1968, queda claro que cuando los estudiantes salen a las calles para denunciar, el complejo sistema social mexicano no puede resistir ni su energía, ni su discurso.
Aclaraciones y antecedentes
Pero antes de avanzar en esta reflexión, es importante aclarar algunos puntos y términos para los lectores.
Primero, una escuela normal en México es una escuela que forma maestros. En el caso del estado de Guerrero estas escuelas forman a los jóvenes que enseñarán en las zonas rurales, en las zonas alejadas de la capital del estado y donde se vive con falta de servicios médicos, educativos y sociales.
Segundo, el estado de Guerrero se ubica en el pacífico mexicano al suroeste del país, famoso por sus playas turísticas como el famoso Acapulco y Puerto Márquez, la población alrededor de los centros turísticos vive en una gran pobreza, estas poblaciones han visto como sus playas generan riqueza para inversionistas, pero no para ellos, han vivido el despojo de sus recursos naturales y la transformación de su entorno; para muchos de los pobladores de Guerrero, la migración se abre como la única posibilidad de avanzar, en Norristown y en Filadelfia hay una población grande proveniente de Guerrero, en CCATE y en REVARTE varias de las escritoras que incluso dieron inicio a esta plataforma son inmigrantes de Guerrero. Por tanto, la historia de Ayotzinapa, la historia de abuso, despojo y opresión es muy cercana a nosotros. Por eso en estas páginas no podemos ignorar, ni debemos olvidar lo que sucede allá.
Tercero, la geografía del estado también se comprende por la serranía y las cañadas donde cientos de miles de habitantes viven en pequeñas poblaciones.
Cuarto, los habitantes de Guerrero han mostrado un activismo, una rebeldía contra el sistema y un liderazgo guerrillero y revolucionario sobre todo en los años setenta cuando surgió el Partido de los Pobres (PDLP) encabezado por los lideres sociales y guerrilleros Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas. Resulta como un dato importante que Lucio Cabañas fue también un maestro rural egresado de la Escuela Normal de Ayotzinapa y además su abuelo formo parte del ejercito libertador del sur de Emiliano Zapata durante la revolución mexicana.
Lucio Cabañas es un precedente importante para Ayotzinapa, marca una lucha digna, atrevida, retadora contra los sistemas, y que seguro ha sido de inspiración para las nuevas generaciones. Como dato histórico es importante comentar que el secretario de Gobernación de 1968 Luis Echeverría Álvarez quien coordinó la masacre de estudiantes en Tlatelolco en la ciudad de México el 2 de octubre, y a diez días de la inauguración de las olimpiadas, fue el mismo que ya como presidente lanzó la guerra sucia contra cualquier grupo opositor y que mató a Lucio Cabañas. Luis Echeverría, fue incapaz de establecer dialogo con el pueblo y con los sectores marginados, actuó siempre con la fuerza de un estado opresor.
Estas aclaraciones nos ayudan a poner en contexto la lucha de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, conscientes de la corrupción del estado, de la historia de opresión del pasado y del presente, del despojo de sus territorios y de sus recursos, los jóvenes de Ayotzinapa resistieron tanto el gobierno local como estatal de la segunda década del milenio. Y aunque las diversas versiones tratan de reducir la lucha al hecho del “secuestro” de autobuses, acto común en México incluso por hinchas de equipos de futbol, la lucha de los estudiantes no se puede criminalizar, ni se puede usar como motivo para desaparecerlos. Si así fuera cada semana miles de hinchas de futbol serían desaparecidos. En otras palabras, es ridículo, las causas y motivos que las versiones oficiales han presentado. Lo más seguro es que los estudiantes de Ayotzinapa eran una piedra en el zapato para los grupos de políticos, ejército y de narcotraficantes del estado, y cuya capacidad de resistencia molestaba a estos grupos corruptos y del poder.
Es importante mencionar que en el estado de Guerrero se cultiva la amapola, y se ha convertido en una zona dominada por el narcotráfico porque de ahí sale la morfina y la heroína, así se ha dado el desplazamiento de miles de habitantes que se niegan a dejar sus tierras, y los que no, tienen que trabajar para estos grupos de narcos. “Plata o plomo” motivó la expansión del dominio de los cárteles de drogas que se dio al amparo de los presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón, y Enrique Peña Nieto, su estrategia de “Guerra contra el narco” sirvió de protección de unos grupos para la expansión de otros, y esa expansión se dio en la serranía de Guerrero.
El gobierno actual de AMLO no ha podido y no tiene las herramientas para desmantelar ese dominio mezclado entre política, ejercito y narcotráfico que existe en Guerrero, así de descompuesto esta el sistema que no es una batalla que el mismo AMLO pueda ganar. AMLO si bien le dio inicio, diálogo y fue sacando las piezas con los años se topo con pared, algo infranqueable que no puede tocar, quizá para no crear otro baño de sangre, quizá para no voltear al ejercito en su contra, como sea, no llegar al fondo del asunto lo hace cómplice como a los presidentes anteriores, aunque sea por omisión. Porque en este punto queda claro que fue el estado.
Primero de enero del 2023
Así, hace once meses me levanté ese primero de enero en plena ciudad de México con la meta de visitar la avenida más transitada y cosmopolita de la Ciudad, el histórico el paseo de la reforma, y visitar el campamento de Ayotzinapa hecho de maderas, de lonas y resguardado por los rostros de los 43 estudiantes desaparecidos, el campamento ha resistido la presión tanto de la ciudad, de los gobiernos y los discursos falsos de varios procuradores y de versiones oficiales que se han dado, y que se contradicen entre ellas. Aquella mañana me senté a platicar con Martin Ochoa y con José Seferino. Martin quien es un artista de la papiroflexia despide tranquilidad en su platica, y en las reflexiones que comparte: “Comenzamos muchos, ya no somos tantos, este es un espacio en el que hay que entender por qué se lucha, este es un plantón que resiste el olvido a un crimen de estado, tenemos muchas presiones, nos han querido quemar el campamento tres veces, pero aquí estamos”.
José Seferino, por otro lado, ha sido un luchador de la izquierda que participó en la huelga de la UNAM del 99 y quien también apoyo al EZLN desde sus inicios, y siendo ya un hombre de la tercera edad camina con prótesis, pero eso no le impide limpiar el campamento, cocinar, y hacer trabajo de peletería, sus palabras despiden conocimiento y sabiduría. Ambos se sostienen así mismos, y en el campamento enseñan gratis talleres. Hay transeúntes que donan para la causa y esos fondos van para el movimiento. Durante las seis horas que compartí con ellos personas de varias partes del mundo se detuvieron para preguntar, o se juntaron a la tertulia como la profesora Sandra García Defez de la Universidad de Valencia cuyas palabras de apoyo nos conmovieron.
Durante la plática surgieron las similitudes de la lucha de las madres y los padres de Ayotzinapa con la de “Las Madres de Plaza de Mayo” en Argentina, quienes por casi medio siglo continúan la marcha de la resistencia frente a la Casa Rosada, apodadas como “Las locas”, estas madres, no se dejaron vencer por los predicadores de la resignación, su entereza se convirtió en consciencia y fuerza latinoamericana, y hasta hoy continúan como “Las Abuelas de Plaza de Mayo”. Estas marcan un precedente histórico importante para el movimiento de Ayotzinapa y en la que ya ha habido contacto entre los grupos. ¿Qué tan grande es el amor de una madre y de un padre que sostienen la memoria y la vida de sus hijos, que no se resigna con versiones “oficiales”, amañadas para proteger intereses? Tanto las madres y padres de Ayotzinapa, así como Las Madres de Plaza de Mayo, están dispuestos a enfrentar dictadores, narcotráfico, ejército y políticos corruptos, y no los pueden acallar. Las Madres de Plaza de Mayo, enfrentaron al mismo dictador José Rafael Videla, y nos las callaron.
La mañana y la plática se extendió hasta las dos de la tarde, con gran camarería, Martín y José prepararon un almuerzo del recalentado de la celebración del año nuevo, y nos compartieron tacos de cochinita pibil, un manjar cocinado por ellos mismos quienes pasaron la noche en el campamento. — ¿Cuál es el futuro del movimiento y del campamento? — Les pregunte. A lo que ellos respondieron que ellos están a la voluntad de lo que el movimiento de madres y padres decidan, ellos están para apoyar.
Les pregunte — ¿Por qué unos apoyan y otros ignoran? —a lo que José contesto, –nosotros respetamos, así como ustedes de manera amable se han detenido para dialogar con nosotros, hay quienes pasan y apoyan, hay otros que nos ignoran, hay otros que nos agreden, creo que todo es asunto de la concientización de cada uno, qué tan conscientes somos de lo que se vive en el país–. Esta palabra de José Seferino me recordó al educador brasileño Paulo Freire quien justo decía que la concientización en la educación es el punto crucial que dispara la liberación, la liberación de los sistemas internalizados en la persona, y la liberación de los sistemas que crean ese contexto de opresión. Ignorar la historia puede tener un alto costo, para otros debe ser ignorar para sobrevivir y mejor quedarse con el drama del futbol, de las telenovelas, de las series y de las redes sociales, para otros es ignorar para seguir acomodándose a las corrientes del neoliberalismo o de la política, o del dinero fácil del narcotráfico. Ignorar hace crecer el problema del cual después es imposible escapar. Así, puedo decir sin temor a equivocarme que la educación se ha vivido en la normal de Ayotzinapa desde la concientización.
En medio de la avenida más transitada y cosmopolita de la Ciudad de México, hay un campamento que resiste contra la resignación, el olvido y la ignorancia: ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
English Version:
Ayotzinapa: Education Through Awareness
(“They took them alive, we want them alive”)
Text and photography by Obed Arango
I spent January 1, 2023 in Mexico City, something that had not happened since 1999. And although I have been able to return on several occasions, I have seen several events happen in the distance from abroad, one of them was the disappearance of the 43 students from the Ayotzinapa normal school on the night of September 26, 2014. Almost a decade after that terrible event that marked the history of contemporary Mexico, and that uncovers the social decomposition of the Mexican system at various levels, the students and the Youthful rebellion once again shook the country, although, unlike in 1968, it is clear that when students take to the streets to denounce, the complex Mexican social system cannot resist either their energy or their discourse.
Clarifications and background
But before moving forward with this reflection, it is important to clarify some points and terms for readers. First, a normal school in Mexico is a school that trains teachers. In the case of the state of Guerrero, these schools train young people who will teach in rural areas, in areas far from the state capital and where there is a lack of medical, educational and social services. Second, the state of Guerrero is located in the Mexican Pacific in the southwest of the country, famous for its tourist beaches such as the famous Acapulco and Puerto Márquez, the population around the tourist centers lives in great poverty, these populations have seen how their beaches They generate wealth for investors, but not for them, they have experienced the dispossession of their natural resources and the transformation of their environment; For many of the residents of Guerrero, migration is the only possibility of moving forward. In Norristown and Philadelphia there is a large population from Guerrero. In CCATE and REVARTE, several of the writers who even started this platform are immigrants. of warrior. Therefore, the story of Ayotzinapa, the story of abuse, dispossession and oppression is very close to us. That is why in these pages we cannot ignore, nor should we forget, what happens there. Third, the geography of the state is also understood by the mountains and ravines where hundreds of thousands of inhabitants live in small towns. Fourth, the inhabitants of Guerrero have shown activism, rebellion against the system and guerrilla and revolutionary leadership, especially in the seventies when the Party of the Poor (PDLP) emerged, led by social and guerrilla leaders Lucio Cabañas Barrientos and Genaro. Vazquez Rojas. It is an important fact that Lucio Cabañas was also a rural teacher who graduated from the Ayotzinapa Normal School and his grandfather was also part of Emiliano Zapata’s southern liberation army during the Mexican revolution.
Lucio Cabañas is an important precedent for Ayotzinapa, it marks a dignified, daring, challenging fight against the systems, and that has surely been an inspiration for new generations. As historical data, it is important to comment that the 1968 Secretary of the Interior Luis Echeverría Álvarez who coordinated the massacre of students in Tlatelolco in Mexico City on October 2, and ten days before the opening of the Olympics, was the same as president launched the dirty war against any opposition group and killed Lucio Cabañas. Luis Echeverría, was incapable of establishing dialogue with the people and with the marginalized sectors, he always acted with the force of an oppressive state.
These clarifications help us put into context the struggle of the young normalistas of Ayotzinapa, aware of the corruption of the state, the history of oppression of the past and present, the dispossession of their territories and their resources, the young people of Ayotzinapa resisted both local and state government in the second decade of the millennium. And although the various versions try to reduce the struggle to the fact of “kidnapping” buses, a common act in Mexico even by fans of soccer teams, the students’ struggle cannot be criminalized, nor can it be used as a reason to disappear them. If this were the case, thousands of soccer fans would be disappeared every week. In other words, the causes and reasons that the official versions have presented are ridiculous. The most likely thing is that the Ayotzinapa students were a thorn in the side of the state’s political, military and drug trafficking groups, and whose ability to resist bothered these corrupt and powerful groups. It is important to mention that poppies are grown in the state of Guerrero, and it has become an area dominated by drug trafficking because morphine and heroin come from there, which has led to the displacement of thousands of inhabitants who refuse to leave. their lands, and those who don’t have to work for these drug trafficking groups. “Silver or lead” motivated the expansion of the domination of the drug cartels that occurred under the protection of presidents Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón, and Enrique Peña Nieto, their “War on Drugs” strategy. It served as protection for some groups for the expansion of others, and that expansion occurred in the Guerrero mountain range. The current AMLO government has not been able to and does not have the tools to dismantle this domain mixed between politics, the army and drug trafficking that exists in Guerrero, so broken is the system that it is not a battle that AMLO himself can win. Although AMLO initiated dialogue and took out the pieces over the years, he ran into a wall, something insurmountable that he cannot touch, perhaps to avoid creating another bloodbath, perhaps to not turn the army against him, whatever, Not getting to the bottom of the matter makes him complicit like previous presidents, even if it is by omission. Because at this point it is clear that it was the state.
January 1, 2023
Thus, eleven months ago I woke up that January 1st in the heart of Mexico City with the goal of visiting the busiest and most cosmopolitan avenue in the City, the historic Paseo de la Reforma, and visiting the Ayotzinapa camp made of wood, tarps and protected by the faces of the 43 missing students, the camp has resisted pressure from the city, the governments and the false speeches of various attorneys and official versions that have been given, and that contradict each other. That morning I sat down to talk with Martin Ochoa and José Seferino. Martin, who is an origami artist, exudes tranquility in his talk, and in the reflections he shares: “Many of us started, there are not so many of us anymore, this is a space in which we have to understand why we are fighting, this is a sit-in that “Resists oblivion to a state crime, we have a lot of pressure, they have tried to burn our camp three times, but here we are.”
José Seferino, on the other hand, has been a leftist fighter who participated in the UNAM strike of ’99 and who also supported the EZLN since its beginnings, and being an elderly man he walks with prosthetics, but that does not It prevents him from cleaning the camp, cooking, and doing fur work, his words give off knowledge and wisdom. They both support themselves, and at the camp they teach free workshops. There are passersby who donate to the cause and those funds go to the movement. During the six hours that I shared with them, people from various parts of the world stopped to ask questions, or joined the discussion, like Professor Sandra García Defez from the University of Valencia, whose words of support moved us.
During the talk, similarities arose between the struggle of the mothers and fathers of Ayotzinapa with that of “The Mothers of Plaza de Mayo” in Argentina, who for almost half a century continue the march of resistance in front of the Casa Rosada, nicknamed “The crazy ones”, these mothers, did not allow themselves to be defeated by the preachers of resignation, their fortitude became conscience and Latin American strength, and to this day they continue as “The Grandmothers of Plaza de Mayo”. These mark an important historical precedent for the Ayotzinapa movement and in which there has already been contact between the groups. How great is the love of a mother and father who sustain the memory and life of their children, who does not resign themselves to “official” versions, rigged to protect interests? Both the mothers and fathers of Ayotzinapa, as well as the Mothers of Plaza de Mayo, are willing to confront dictators, drug trafficking, the army and corrupt politicians, and they cannot be silenced. The Mothers of Plaza de Mayo confronted the dictator José Rafael Videla himself, and they kept us quiet.
The morning and the talk lasted until two in the afternoon, with great waitress, Martín and José prepared a reheated lunch for the New Year celebration, and they shared cochinita pibil tacos with us, a delicacy cooked by themselves who spent the night in camp. — What is the future of the movement and the camp? — I asked them. To which they responded that they are at the will of what the mothers and fathers movement decides, they are there to support.
I asked them — Why do some support and others ignore? —to which José replied, —we respect, just as you have kindly stopped to talk with us, there are those who pass by and support us, there are others who ignore us, there are others who attack us, I think it’s all a matter of the awareness of each one, how aware we are of what is happening in the country–. This word from José Seferino reminded me of the Brazilian educator Paulo Freire who just said that awareness in education is the crucial point that triggers liberation, the liberation of the systems internalized in the person, and the liberation of the systems that create that context. of oppression. Ignoring history can have a high cost, for others it must be ignoring to survive and it is better to stay with the drama of football, soap operas, series and social networks, for others it is ignoring to continue accommodating to the currents of neoliberalism or politics, or easy money from drug trafficking. Ignoring makes the problem grow from which it is then impossible to escape. Thus, I can say without fear of being wrong that education has been experienced in the Ayotzinapa normal since awareness was raised.
In the middle of the busiest and most cosmopolitan avenue in Mexico City, there is a camp that resists resignation, oblivion and ignorance: They took them alive, we want them alive!
Obed Arango Hisijara
Obed es mexicano, ciudadano de la América Latina, artista visual y antropólogo. Director de CCATE y profesor de University of Pennsylvania.
Leave a Reply