Por Obed Arango
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”Los padres fundadores”. Foto por Obed Arango en el llamado “Dia sin inmigrantes” 14 de febrero del 2006.
12-30-2020 / 9-25-2024
El mito
Si hay un mito intocable en la cultura, historia y sociedad estadounidense es el de “Los padres fundadores”. Los padres fundadores se refiere a la historia de un grupo de hombres intelectuales, esclavistas, adinerados, de elite, y descendientes de los colonizadores europeos del siglo 17. Fue un grupo de pensadores que proclamaron la independencia de los Estados Unidos, así como la constitución. Entre ellos se encuentran los primeros presidentes de los Estados Unidos como George Washington y Thomas Jefferson, entre otros. Asimismo, hubo inventores, politólogos, hombres de letras y fundadores de universidades, como fue el caso de Benjamin Franklin fundador de la Universidad de Pennsylvania. La pesada imagen patriarcal sobre la cual el mito se construye marca el devenir de la historia, ya que por los siguientes 232 años este país elegiría unicamente hombres blancos para la máxima posición, y sería hasta el 2008 cuando se eligió al primer presidente de color: Barack Hussein Obama. Pero no solo es el origen anglosajón el que marcaría la pauta, sino el concepto religioso del corpus ético de este país: ser protestante, que vendría a ser confirmado por el sociólogo Max Weber con el ya famoso libro “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Y aunque los padres fundadores fueron masones y deístas, al protestantismo de la época le cayó muy bien el: “En Dios confiamos” para proclamarse como una nación que se rige y actúa bajo el Dios cristiano. De ahí, que en 244 años desde la independencia de los Estados Unidos, solo dos presidentes de los 46 han sido de origen católico, John F. Kennedy y Joseph Biden. (09/16/2024) A casi 250 años de la vida independiente de este país, tan solo 4 excepciones se han dado, dos presidentes católicos, un presidente negro, y una mujer de color como primera vicepresidenta, ya que hasta Kamala Harris, todos los vicepresidentes habían sido hombres blancos y protestantes. Y aunque incierto, es posible que Kamala Harris sea la primera mujer presidente de los Estados Unidos, para dar un giro total a la historia de esta nación.
La imagen de retablo de los padres fundadores al firmar la constitución se reproduce en libros de texto, litografías, cuadros y museos. Los candidatos a la presidencia legitiman sus discursos y posiciones a partir de los deseos y perspectivas de ellos. Su calidad de fundadores, les da el nivel de “incuestionables”, inmutables y perfectos. Reflejar sus dichos, ampararse en su historia, sirve de roca fuerte para quien logra construir mejor el caso.
(09/16/2024) En mis 25 años en este país escuche a Al Gore, George W. Bush, Barack Obama, John McCain, Hillary Clinton, Donald Trump, Joseph Biden entre otros, invocan sus nombres para su bendición, algunos más y otros menos. Pero cuando llega el momento de la fe, o la ausencia de argumento ante el cuestionamiento, este grupo de hombres sirven de piedra angular, “pues de ellos nace todo, y sin ellos nada de lo que ha sido hecho hubiera sido hecho en este país del norte”, para parafrasear a Juan 1.
Pero, para ser justos y honestos, cada país y sobre todo cada régimen o cada personaje que busca el poder se ampara en el mito y en el héroe, en México puede ser Benito Juárez, sino pregúntenle a AMLO, en América del sur puede ser Bolivar, sino escuchemos los discursos de Chavez y de Maduro, Cuba con El Che, y Nicaragua con Sandino. La derecha latinoamericana no la menciono, porque sus héroes en verdad son innombrables (la derecha se ampara en Pinochet, Videla, Somoza, Trujillo, Ríos Montt, entre otros que no merecen ni una línea). El antropólogo Victor Turner (1974) en “Dramas, Fields and Metaphors” abordaría el mito de Hidalgo en México, y el ritual del grito de independencia que se lleva cada año y que sirve para avalar al gobierno en turno en México. Podríamos decir que Hidalgo fue pri-ista y panista por largos 80 años, y los últimos seis morenista. Como sea es importante cuestionar. Si bien el que escribe es pensador de izquierda, y actuó desde la izquierda comunitaria, es importante cuestionar la izquierda gobernante que se rige por el poder y no siempre por el pueblo. De la derecha, bueno, ahí no hay rescate alguno. O como diría el teólogo Dietrich Bonhoeffer en su libro “Ethics” (1940) “Qué es peor que hacer el mal, es ser el mal”. Justo así entre izquierda y derecha gubernamental, la izquierda recurre ha cierto pragmatismo político en sus procesos para derrotar a la dictadura de derecha que es la encarnación del mal y ya sin redención alguna, la izquierda en América Latina al menos puede ampararse en sus santos para sacar algunos de sus personajes del purgatorio. Pero la derecha con Videla, Somoza, Pinochet, Trujillo, Ríos Montt y Díaz, no están en el purgatorio de la historia, sino que habitan el hades, y los santos no desean saber nada de ellos aunque el conservadurismo apele a la castidad histórica.
En los Estados Unidos los santos padres fundadores son más bondadosos, ya sea porque les han puesto la camisa de la gracia protestante o por que son reflejo de ellos mismo los presidentes que han pasado, lo cierto es que su manto cubrió, aunque en menos medida a Obama, arropó a todos. En este punto no he escuchado a Kamala invocar sus nombres y bendición. Y es que algo que hoy no se puede rebatir, es que al invocar el nombre de los padres fundadores se sabe que fueron esclavistas, y cuando proclamaron la independencia y escribieron la constitución la población esclava, e indígena no entraba en ella. Tuvieron que pasar 100 años para la guerra de secesión, para abolir la esclavitud, y casi 200 para la proclama de los derechos civiles.
¿Cuánto es verdad de lo que conocemos de los padres fundadores de los Estados Unidos, y de los padres fundadores de otra naciones?, no sabemos, la historia va saliendo poco a poco, algunos esfuerzos claros y honestos se han escrito, sobretodo en los últimos veinte años.
La rebeldía
El 14 de febrero del 2006 se llevó a cabo uno de los actos de mayor rebeldía que recuerdo y viví desde que emigre a los Estados Unidos. Organizados por líderes locales del sur de Filadelfia, entre quienes se encontraban Carmen Marcet y Ricardo Díaz, como voceros del movimiento, decidieron llamar a una huelga para no trabajar el día de San Valentín, también conocido como el día del amor y la amistad, y cuyo valor comercial es únicamente menor que el llamado “Black Friday”.
Aproximadamente 5 mil inmigrantes de México, El Caribe, Centroamérica y Sudamérica, nos hicimos presentes en la plaza de la independencia, frente a la campana de la libertad y del Recinto de la independencia, en el mismo corazón donde se declara la independencia y se firmo la constitución, es decir donde los padres fundadores habitaron con toda su gloria. ¡Qué atrevimiento el de esta comunidad inmigrante! Cafeterías, restaurantes, centros de compra se vieron sin trabajadores, el propósito de la huelga era hacer una protesta directa contra la propuesta de Ley HR4437 conocida como Sensenbrenner Bill, conocida oficialmente como: Border Protection, Antiterrorism, and Illegal Immigration Control Act of 2005109th Congress (2005-2006).
La propuesta que a través de los años ha sido usada como modelo para otras iniciativas y discursos anti-inmigrantes proclama una criminalización a los inmigrantes indocumentados, penaliza además a aquellos que les tienden la mano fueran individuos, negocios, iglesias u organizaciones sin fines de lucro. Esta iniciativa, es el preámbulo de lo que en los siguientes 15 años se desataría primero con la formulación de la ley estatal SB70 de Arizona, y la llegada de Trump al poder cuyo discurso proclama mucho de la HR4437. Los discursos anti-inmigrantes han marcado la retórica del partido republicano desde la caída de las torres gemelas.
Pero regresando, la protesta de la comunidad inmigrante de ausentarse del trabajo para protestar en el corazón histórico marcó un parte aguas en la lucha por una reforma migratoria, como dice Carmen Marcet en una entrevista que me dio para el programa Bandera: tus colores, tu comunidad. “Comenzamos a recibir llamadas de todo el país, entre ellos Piolin el locutor de Los Angeles, ‘¿qué es esto que nos dicen que paso en Filadelfia? ¿Cómo está eso de que los inmigrantes desaparecieran?’” (2012)
Este evento inspiró a otros movimientos a hacer un dia nacional que emulara el “día sin inmigrantes” del 14 de febrero. Hubo dos fechas más el 10 de abril y el 1o de mayo que fue el paro nacional con millones marchando, también de ambos días tengo registros fotográficos y entrevistas.
Foto por Obed Arango en el llamado “Dia sin inmigrantes” 14 de febrero del 2006.
La foto
Ricardo y Carmen con una bocina de piso de corto alcance, sin templete están rodeados con menos de un metro y medio de distancia, ellos invitan a oradores a compartir sus experiencias libremente, yo me encuentro con cámara fotográfica, una llamada “handy cam” que usa video – cassettes, y grabadora de mano. Escucho cada discurso que se presenta, y a ese pequeño grupo le rodea cientos y miles, tomo fotografías en blanco y negro, y también a color. Por primera vez en chaqueta roja, sin saberlo, conocería a una de mis grandes amigas de lucha Carmen Marcet, esa chaparrita que se mueve, organiza, ordena, establece limites, cuida a Ricardo, da instrucciones a los demás y todos la escuchan. Si bien Ricardo es la voz, Carmen es quien comanda, y quien tiene la visión periférica de lo que sucede. Como fotógrafo trato de posicionarme en el centro después de haber tomado los alrededores por unos minutos. No es facil, pero llego al centro de donde surgen las voces y la lucha.
Ahí en el centro noto a la distancia a cuatro o cinco hombres que levantan con sus manos un cartel que dice “God bless de immigrants”, debajo del retablo de los padres fundadores. Todo fotógrafo sueña que en cada manifestación, cada ritual, de los dioses de la imagen photos y graphos bajen para regalar el momento y la imagen que sintetice lo que sucede y que sea capaz de perdurar en el tiempo por la acción que retrata así como por los significados que despide, la historia que reta, el atrevimiento que desmonta el mito y que se queda como una imagen emblemática de ese día.
Al ver esto a la distancia, con mayor dificultad que tuve para llegar al centro, ahora busco regresar a la periferia antes de que el momento mágico desparezca. En el camino me cruzo con un joven que usa la bandera como si fuera el ayate de Juan Diego, y muestra el águila devorando la a serpiente y al fondo los hombres siguen levantando esta vez en español el cartel “Dios Bendiga a los inmigrantes”.
Tomo imágenes horizontales y verticales, en blanco y negro y en color. Lo hombres me pregunta que porqué les tomo tantas fotos y les señalo el retablo de la imagen de arriba, todos voltean a ver, no habían notado, que bajo la imagen mítica ellos formaban una imagen paralela, que en vez de documento de independencia, declaraban “Dios bendiga a los inmigrantes” como un reto abierto, irónico del “God Bless America”, pero al mismo tiempo que así sea, que “Dios este con el pueblo migrante”.
Todo el crédito y toda la rebeldía de esta imagen se debe a ese grupo de trabajadores que decidió retar al sistema social e histórico más poderoso de nuestra generación y por un día re- escribir la historia. Para quienes lo vivimos marcó nuestro andar en esta nación del norte.
English Version:
History of a photograph: “The founding fathers”
”The founding fathers”. Photo by Obed Arango on the so-called “Day without Immigrants” February 14, 2006.
12-30-2020 / 9-25-2024
The myth
If there is an untouchable myth in American culture, history and society, it is that of “The Founding Fathers.” The founding fathers refers to the history of a group of intellectual, slave-owning, wealthy, elite men, and descendants of the European colonizers of the 17th century. It was a group of thinkers who proclaimed the independence of the United States, as well as the constitution. Among them are the first presidents of the United States such as George Washington and Thomas Jefferson, among others. Likewise, there were inventors, political scientists, men of letters and founders of universities, as was the case of Benjamin Franklin, founder of the University of Pennsylvania. The heavy patriarchal image on which the myth is built marks the future of history, since for the next 232 years this country would elect only white men for the highest position, and it would not be until 2008 when the first president of color was elected: Barack Hussein Obama. But it is not only the Anglo-Saxon origin that would set the tone, but the religious concept of the ethical corpus of this country: being Protestant, which would be confirmed by the sociologist Max Weber with the now famous book “The Protestant Ethic and the Spirit of the capitalism”.
And although the founding fathers were Freemasons and Deists, the Protestantism of the time liked “In God we trust” very well to proclaim to be a nation that is governed and acts under the Christian God. Hence, in the 244 years since the independence of the United States, only two presidents of the 46 have been of Catholic origin, John F. Kennedy and Joseph Biden. Almost 250 years into the independent life of this country, only 4 exceptions have occurred, two Catholic presidents, a black president, and a woman of color as the first vice president, since until Kamala Harris, all vice presidents had been white men. and Protestants. And although uncertain, it is possible that Kamala Harris will be the first female president of the United States, to completely turn the history of this nation.
The altarpiece image of the founding fathers signing the constitution is reproduced in textbooks, lithographs, paintings and museums. Presidential candidates legitimize their speeches and positions based on their desires and perspectives. Their quality as founders gives them the level of “unquestionable”, immutable and perfect. Reflecting their sayings, relying on their history, serves as a strong rock for those who manage to build the case better.
In my 25 years in this country I heard Al Gore, George W. Bush, Barack Obama, John McCain, Hillary Clinton, Donald Trump, Joseph Biden among others, invoke their names for their blessing, some more and some less. But when the moment of faith arrives, or the absence of argument in the face of questioning, this group of men serve as the cornerstone, since everything is born from them, and without them nothing that has been done would have been done in this Paris of the north, to paraphrase John 1.
But, to be fair and honest, each country and above all each regime or each character that seeks power relies on myth and the hero, in Mexico it can be Benito Juárez, if not ask AMLO, in South America it can be Bolivar, if not let’s listen to the speeches of Chavez and Maduro, Cuba with Che, and Nicaragua with Sandino. I do not mention the Latin American right, because its heroes are truly unmentionable (the right relies on Pinochet, Videla, Somoza, Trujillo, Rios Montt, among others who do not deserve a single line). The anthropologist Victor Turner (1974) in “Dramas, Fields and Metaphors” would address the myth of Hidalgo in Mexico, and the ritual of the cry of independence that is carried out every year and that serves to endorse the government in power in Mexico. We could say that Hidalgo was a PRI and PAN member for 80 years, and the last six a Morenista. Either way, it is important to question. Although the writer is a left-wing thinker, and acted from the community left, it is important to question the ruling left that is governed by power and not always by the people. On the right, well, there is no rescue there. Or as the theologian Dietrich Bonhoeffer would say in his book “Ethics” (1940) “What is worse than doing evil is being evil.” Just like this between the left and the governmental right, the left resorts to a certain political pragmatism in its processes to defeat the right-wing dictatorship that is the incarnation of evil and without any redemption, the left in Latin America can at least rely on its saints to take some of his characters out of purgatory. But the right with Videla, Somoza, Pinochet, Trujillo, Ríos Montt and Díaz, are not in the purgatory of history, but rather inhabit Hades, and the saints do not want to know anything about them even though conservatism appeals to historical chastity.
In the United States, the holy founding fathers are kinder, either because they have been given the shirt of Protestant grace or because the presidents who have passed are a reflection of themselves. The truth is that their mantle covers, although to a lesser extent to Obama, it encompassed everyone. At this point I have not heard Kamala invoke their names and blessing. And something that cannot be refuted today when invoking the name of the founding fathers is that they were slaveholders and when they proclaimed independence and wrote the constitution, the slave and indigenous population did not enter into it. It took 100 years for the Civil War and almost 200 for the proclamation of civil rights.
How much is true of what we know about the founding fathers of the United States, and the founding fathers of other nations? We do not know, history is emerging little by little, some clear and honest efforts have been written, especially in recent years. twenty years.
The rebellion
On February 14, 2006, one of the most rebellious acts that I remember and experienced since I emigrated to the United States took place. Organized by local leaders from South Philadelphia, among whom were Carmen Marcet and Ricardo Díaz, as spokespersons for the movement, they decided to call a strike to not work on Valentine’s Day, also known as the day of love and friendship, and whose commercial value is only lower than the so-called “Black Friday”.
Approximately 5 thousand immigrants from Mexico, the Caribbean, Central America and South America, were present in the Plaza de la Independencia, in front of the Liberty Bell and the Independence Precinct, in the same heart where independence is declared and signed. the constitution, that is, where the founding fathers lived in all their glory. How daring this immigrant community is! Cafes, restaurants, shopping centers were without workers, the purpose of the strike was to make a direct protest against the proposed law HR4437 known as the Sensenbrenner Bill, officially known as: Border Protection, Antiterrorism, and Illegal Immigration Control Act of 2005109th Congress (2005-2006).
The proposal, which over the years has been used as a model for other anti-immigrant initiatives and speeches, proclaims the criminalization of undocumented immigrants and also penalizes those who reach out to them, whether individuals, businesses, churches or non-profit organizations. . This initiative is the preamble to what would be unleashed in the next 15 years, first with the formulation of the Arizona state law SB70, and the arrival of Trump to power whose speech proclaims much of HR4437. Anti-immigrant speeches have marked the rhetoric of the Republican Party since the fall of the twin towers.
But returning, the protest of the immigrant community to be absent from work to protest in the historic heart marked a watershed in the fight for immigration reform, as Carmen Marcet says in an interview she gave me for the program Bandera: your colors, your community. “We began to receive calls from all over the country, among them Piolin the announcer from Los Angeles, ‘what is this they tell us that happened in Philadelphia?’ How is it that immigrants disappeared?’” (2012)
This event inspired other movements to make a national day that emulated the “day without immigrants” of February 14. There were two more dates on April 10 and May 1, which was the national strike with millions marching. I also have photographic records and interviews on both days.
Photo by Obed Arango on the so-called “Day without Immigrants” February 14, 2006.
The photo
Ricardo and Carmen with a short-range floor speaker, without a stand, are surrounded with less than a meter and a half of distance, they invite speakers to share their experiences freely, I find myself with a photographic camera, a so-called “handy cam” that uses video – cassettes, and handheld recorder. I listen to every speech that is presented, and that small group is surrounded by hundreds and thousands, I take photographs in black and white, and also in color. For the first time in a red jacket, without knowing it, I would meet one of my great wrestling friends Carmen Marcet, that short girl who moves, organizes, orders, establishes limits, takes care of Ricardo, gives instructions to others and everyone listens to her. Although Ricardo is the voice, Carmen is the one who commands, and who has the peripheral vision of what is happening. As a photographer I try to position myself in the center after having taken the surroundings for a few minutes. It’s not easy, but I get to the center where the voices and the fight come from.
There in the center I notice four or five men in the distance who raise with their hands a sign that says “God bless immigrants”, under the altarpiece of the founding fathers. Every photographer dreams that in each manifestation, each ritual, the gods of the image, photos and graphos, descend to give the moment and the image that synthesizes what happens and that is capable of lasting over time for the action it portrays as well as for the meanings that it gives off, the history that challenges, the daring that dismantles the myth and that remains as an emblematic image of that day.
There in the center I notice four or five men in the distance who raise with their hands a sign that says “God bless immigrants”, under the altarpiece of the founding fathers. Every photographer dreams that in each manifestation, each ritual, the gods of the image, photos and graphos, descend to give the moment and the image that synthesizes what happens and that is capable of lasting over time for the action it portrays as well as for the meanings that it gives off, the history that challenges, the daring that dismantles the myth and that remains as an emblematic image of that day.
Seeing this from a distance, with greater difficulty than I had getting to the center, I now seek to return to the periphery before the magical moment disappears. On the way I pass a young man who uses the flag as if it were the steward of San Diego, and shows the eagle devouring the snake and in the background the men continue to raise the sign “God Bless the Immigrants” this time in Spanish.
I take horizontal and vertical images, in black and white and in color. The men ask me why I take so many photos of them and point out the altarpiece in the image above. They all turn to see, they had not noticed that under the mythical image they formed a parallel image, which instead of a document of independence, declared “God bless the immigrants” as an open, ironic challenge of “God Bless America”, but at the same time let it be so, that “God be with the migrant people.”
All the credit and all the rebellion of this image is due to that group of workers who decided to challenge the most powerful social and historical system of our generation and for one day rewrite history. For those of us who experienced it, it marked our journey in this northern nation.
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